¿Qué es la eficiencia energética?
La eficiencia energética, que también es conocida como ahorro energético es la capacidad de obtener el resultado final óptimo con el menor uso de recursos energéticos. Se trata de un concepto muy estrechamente ligado con el medioambiente, sin embargo, este concepto no está relacionado con el uso de energías verdes como se pueda suponer a primera vista. Está ligado con el medioambiente ya que como podemos observar por ejemplo en el caso de la calificación energética del Certificado de Eficiencia Energética la calificación de los edificios o de algunas partes de éstos puede llegar a ser hasta una décima parte de lo que es en otros casos mucho menos optimizados, pero no está ligado con las energías renovables ya que provenga de donde provenga la energía esta va a ser igual de eficaz. Con este ejemplo podemos llegar a entender mucho mejor que el derroche de energía actualmente es una realidad en muchas partes de nuestro país, y es por eso que necesitamos combatirlo con medidas de eficiencia energética.
Si nos centramos en las medidas de eficiencia energética podríamos llegar a un nivel de consumo mucho menor y por ende estar a un paso de conseguir el objetivo tan ansiado de la autosuficiencia energética, y es que no hay necesidad de conseguir el doble de fuentes de energía renovables si podemos hacer que todo funcione con la mitad de la energía.
¿Cómo mejorarla?
Para mejorar nuestra eficiencia energética debemos evitar todo gasto excesivo posible. Al contrario que en el caso de los certificados o de la etiqueta energética en este caso sí que podemos obtener buenos resultados únicamente cambiando nuestro modo de actuar, aunque por supuesto, lo que más va a afectar a la eficiencia energética de manera corriente va a ser el uso de electricidad de nuestra vivienda y el uso de combustible o energía que alimente nuestro sistema de calefacción, refrigeración o agua corriente sanitaria, por lo que sustituir estos sistemas, nuestros electrodomésticos o aparatos que funcionen con energía por unos más eficientes es una opción muy viable para conseguir resultados óptimos en nuestra mejora de la eficiencia energética.
Para mejorar nuestra eficiencia energética primero debemos saber con qué estamos trabajando, y para eso recomendamos o bien hacer un estudio exhaustivo de nuestros sistemas de calefacción, refrigeración y aparatos eléctricos (Cocina, lavadora, lavavajillas, secadora, frigorífico, televisión…) o bien contratar a un profesional para que cree un certificado energético para nuestra vivienda y así saber el cómputo de los aspectos más importantes a mejorar de nuestra vivienda, los sistemas de regulación térmica y ACS. Nuestra recomendación personal es hacer esto último y buscar la etiqueta energética de los electrodomésticos más importantes a la hora de gastar energía, que son la nevera, el congelador, lavavajillas, lavadora-secadora y la televisión. La idea es reemplazar eventualmente aquellos aparatos que califiquen peor en la etiqueta energética de electrodomésticos
Para ahorrar en cada respectivo electrodoméstico aconsejamos lo siguiente:
- Nevera o frigorífico: Cuidar su ubicación aislándola de ventanas, radiadores o tuberías calientes, ajustando su termostato a 5 grados y evitando dejar abierta la puerta lo máximo posible.
- Lavavajillas: Recomendamos lavar a mano en los casos en los que se deba fregar muy poco, y en caso de usar el lavavajillas asegurarnos de usarlo por completo siempre, ya que esto es lo más eficaz con gran diferencia.
- Lavadora: Es aconsejable usar lo máximo posible los programas más fríos y con centrifugados más rápidos para gastar la menor energía posible calentando el agua y secar la ropa de forma más rápida
- Televisión: Si vamos a salir de la habitación en la que está lo más aconsejable es apagarla. Hay que asegurarse de que ésta esté bien apagada, y es que en muchos hogares solo se apaga sin querer la parte de la tele por antena de pago con compañías de móviles y de servicios de entretenimiento, por lo que el televisor sigue encendido, pero sin señal y con la pantalla en negro, por lo que acostumbrarse a apagar siempre la televisión así como los aparatos que tengamos conectados a ella es la mejor opción.
¿Qué ventajas nos aporta?
Beneficios fiscales
- En el primer caso necesitaremos dos certificados energéticos, uno de la situación inicial y otro después de haber reemplazado los elementos mencionados o tras haber llevado a cabo una obra que haya mejorado nuestra eficiencia energética un 30%. Este caso requiere de la obra/cambio de instalación y de la compra de dos certificados, por lo que es cara, pero también nos puede suponer acceso a más subvenciones y ayudas.
- En este caso deberemos demostrar que la eficiencia energética de nuestra vivienda es muy alta, llegando como mínimo a la letra B, la segunda mejor calificación del certificado energético. Si demostramos cumplir esto tendremos acceso a importantes deducciones fiscales que explicamos más a fondo en esta página.
Conclusión
La eficiencia energética de nuestra casa es algo que debemos conocer para poder empezar a comprender nuestras posibilidades al respecto de bajar los precios que pagamos por la luz, y es que estos últimos años hemos visto que la energía es un tema muy variable que puede subir mucho en base a sucesos internacionales que pueden llegar a ocurrir no ya en otro país, sino en otro continente, por lo que debido a esto lo mejor que podemos hacer para ser independientes al respecto es reducir al máximo nuestro consumo de energía y quizá realizar una instalación fotovoltaica en nuestra vivienda para reducir aún más nuestros gastos y estar un paso más cerca de la dependencia energética. Otro posible paso a dar que técnicamente ya hemos comentado sería el cambio de nuestro sistema de calefacción por uno de aerotermia en caso de vivir en una zona con inviernos fríos y veranos cálidos, y es que este sistema actúa como calefacción y refrigeración, con una eficiencia energética sin par y sin uso de combustibles más allá de la electricidad, por lo que ,si combinamos estas recomendaciones, podemos tener un hogar prácticamente autosuficiente en el que únicamente pagaremos la factura de la electricidad, olvidándonos de reponer los combustibles para calderas y ahorrando en el nuevo y único pago de la electricidad en cantidades muy grandes, que pueden llegar hasta al 70% de ahorro.