¿Para qué sirve el certificado energético?

Cuántas dudas

El certificado energético o certificado de eficiencia energética es un documento cada día más vital en la sociedad española y esta página se va a dedicar a responder la pregunta del título para explorar a fondo la utilidad de este documento que seguramente necesitemos.

Utilidad supuesta: Medidor de capacidades energéticas de viviendas

La primera utilidad que viene a la cabeza al pensar en la el certificado energético es aquella que le concede su nombre. El certificado energético es un tipo de documento que está extendiéndose mucho por Europa, y en España no somos excepción, y es que hemos adoptado este sistema de clasificación que gira en torno a certificado de eficiencia energética en el que medimos el consumo de nuestra vivienda en energía y emisiones consumidas por metro por año. La suma de los números que nos van a salir como resultado estarán dentro de una categoría como podemos observar en el ejemplo de arriba: 322 kW por metro² cada año y unos 68 de kilos de carbono también por metro² y año. Estas calificaciones están dentro de los parámetros de la letra E, que suele ser la que se considera el mínimo por encima del estándar actual.
En este tema el certificado energético nos va a proporcionar una cantidad enorme de información acerca de nuestra vivienda, así como posibles medidas y obras para mejorar estos datos obtenidos de la forma que considere el dueño de la vivienda.

Utilidad principal: Venta y alquiler de viviendas

El certificado energético es un documento que de por sí es muy informativo y útil, pero como todos sabremos este tipo de documentos si no son gratuitos no son del interés del público general. De hecho hasta se podría argumentar que tampoco sería el caso si fuera gratuito, y es que la persona promedio pretende evitar todo el papeleo que pueda, hasta si es únicamente informativo y nos aconseja buenas decisiones para mejorar nuestra casa y así reducir su gasto. Es por esta razón que el gobierno se decidió a hacer la única cosa que favorecería la extensión de este documento al público general: Hacerlo obligatorio. Por supuesto, para hacer que este proceso sea gradual y no se sature el sistema el cambio no aplica a aquellos que simplemente tenían una vivienda o ya la estaban alquilando, pero aquellos que se dispongan a vender su vivienda o a alquilarla a un nuevo inquilino se verán obligados a conseguir uno o afrontar una multa que puede ascender a varios cientos de euros. Es por ello que el público general cada vez conoce más este documento y se tiene más en consideración, y es que ser capaz de saber que nos vamos a gastar mucho dinero mes a mes solo por un documento tan visual es algo realmente cómodo también. El ojo inexperto quizá no sepa interpretar qué material es el mejor aislante posible y cuál está anticuado, pero todos sabemos relacionar el verde con algo más ecológico y eficiente y el rojo con algo que evitar, algo peligroso y hasta dañino si hablamos de nuestra economía personal.
 
 

Utilidad inteligente: Subvenciones, ayudas y beneficios fiscales

Por supuesto, para aquellos que saben moverse y sacar el máximo provecho de las cosas el conseguir el certificado energético no es un mal necesario, es una oportunidad. Desde hace muchos años se ha estado pensando en alcanzar nuevos límites con respecto a gasto energético y energías verdes y el panorama internacional nos ha dado el último empujoncito que necesitábamos, y es que tras la invasión de Rusia a Ucrania hemos dejado de importar sus combustibles fósiles y, aunque aún es pronto para decir que nuestra economía es más verde que nunca, sí que es cierto que la ayuda del Estado y de la Unión Europea en general hacen que conseguir transformar nuestro hogar en una versión de sí mismo muy superior es mucho más fácil que antes. Las inversiones como una aerotermia o la instalación de placas solares siempre han sido caras, pero gracias a las múltiples ayudas del Estado y la UE podemos llegar a recibir fácilmente la mitad de la inversión que hagamos, luego contar con beneficios fiscales a la hora de pagar el IBI y el IRPF más las ganancias que consigamos ahorrando lo que antes estaríamos gastando en energía. Estamos hablando de amortizar inversiones de miles (E incluso decenas de miles) de euros en cuestión de alrededor un lustro. Y no es solo que al cabo de ese periodo indeterminado de tiempo la inversión se haya recuperado, ya que contaremos con un nivel de calidad de vida, independencia energética y especialmente: Una vivienda cuyo valor habrá aumentado sobremanera en cuestión de escasos años. Merece mucho la pena.
 

Conclusión

El ciudadano común puede sacar mucho provecho del certificado energético y de estas ayudas, lo único que debe hacer es informarse acerca de las posibilidades que tiene y tomarlas para sí. ¿Quieres más información acerca de las subvenciones y ayudas vigentes? Contacta con nosotros o explora nuestro blog y te informaremos completamente gratis y sin compromiso. Desde CEE también podemos conseguir tu certificado al mejor precio y después incluso financiarlo mediante una subvención. Podemos incluso ponernos en contacto con alguien para que se encargue del proceso de la subvención en vuestro nombre a cambio de un mínimo porcentaje de lo que se conceda (Suele rondar el 10%) así que no dudéis en contactarnos hasta si es solo para pedir información.